Una definición sobre abrazar
¡Cuánto silencio acompaña a un abrazo! y ¡cuánto se dice a través del mismo!
Abrazar, una caricia del alma
Muchos de nosotros si echamos una vista hacia el pasado, a nuestros recuerdos, encontraremos numerosas situaciones significativas en las que un abrazo fue suficiente como consuelo, acto de cariño o respuesta a algo que necesitábamos, incluso también como un regalo de nuestros seres queridos.
Abrazar es una maravillosa formar de dar amor a los que nos rodean, es acariciar el alma de quien tenemos cerca. Todos funcionaríamos mejor si abrazáramos o nos dejáramos abrazar más a menudo, porque aunque abrazar es un acto cotidiano, desconocemos la plenitud que nos proporciona.
Es verdad, que hay muchos tipos de abrazos, algunos de carácter más positivo, otros más negativos, cada uno alberga diferentes intenciones, estableciéndose un lenguaje simbólico entre la persona que lo da como la que lo recibe. Pero lo importante no es solo recibir abrazos, sino también darlos, y pedirlos si es necesario.
¡Abrazar también es un arte!
Beneficios de un abrazo
Resulta imposible enumerar todos los beneficios que reporta un abrazo, ya que habría que detenerse en cada situación específica, observando el contexto, el motivo, las personas implicadas y la historia de cada una, pero podemos mencionar algunos de los beneficios generales que aportan los abrazos positivos como:
-Disminución del estrés.
-Sensación de seguridad y protección.
-Ayuda a nuestra autoestima.
-Transmisión de energía y fortaleza.
-Mejora de las relaciones interpersonales.
-Promueve la sensación de tranquilidad.
Pero lo mejor es que lo comprobéis por vosotros mismos cuando seáis partícipes de la experiencia de un abrazo, pues no hay dos abrazos iguales por mucho que queramos.
“Hay un traje que se amolda a todos los cuerpos… un abrazo”