Aunque el pasado es un barco fantasma
atracado al puerto "ya no hay remedio"
muchas veces me encandila el almíbar
que envenena el paraíso de mi mente;
es cuando saltan como resortes angustias y miedos,
rompen la armonía del jardín donde siembro vida nueva.
Estoy segura que el tiempo no existe,
no fue creación de los dioses, es un error humano,
el vil tic tac de mi reloj me vuelve a esta dimensión.
Aprendí que debo perdonar antes que olvidar,
por eso me deshago del fardo del pasado
¡no volveré a subirme a ese barco!
sacaré a flote a la mujer que soy...
la que crea poesía jugando como una niña
con el unicornio de su amor
y la varita mágica de sus sueños.
MARIPOSITA