En ocasion displicente... obligados a padecer... la presencia arrogante... del que miente... Hube de sortear apuro... tomar aire y respirar... Y de aquel hombre socarrón... sin verguenza y tampoco educación... hubo que tolerar su léxico... más parecido al de un bufón... Sin pausa ni compasión... entre vocablos inconexo... un discurso poco cierto... silencioso, el auditorio escuchó... Arruinada la ocasión... y hartos hasta la coronilla... de escuchar hablar sin pericia... al que miente, inventa y se adjudica... el principal papel de la función... Tomamos raudo la salida... sin palabras ni despedidas... y dejamos solos en el salón... animando su fiesta al bufón... Veronica Curutchet...