Sentado en su nueva oficina, un abogado recién graduado, esperaba su primer cliente. Al escuchar que la puerta se abría, rápidamente levantó el teléfono y trató de demostrar que estaba muy ocupado.
El visitante pudo escuchar al joven abogado decir: "Bill, volaré a Nueva York por el tema de los hermanos Mitchell; parece que esto va a ser algo grande. También necesitamos traer a Carl desde Houston sobre el caso Cimmerib. Bill, debes perdonarme, alguien acaba de llegar". Y colgó el teléfono.
Dirigiéndose al hombre que acababa de entrar, el abogado le dijo: "Bien, ¿en qué puedo ayudarlo?"
Con una gran sonrisa, el hombre contestó: "Estoy aquí sólo para instalar su teléfono."
Más allá de cuántas personas tengamos la capacidad de engañar, desde atrás de nuestras bien puestas máscaras o imágenes, siempre habrá alguno que sabrá quiénes somos realmente.
Es importante entender que la imagen es lo que las personas piensan que somos, pero la integridad es quiénes somos realmente.
¡Es mejor que te conozcan sin máscaras, tal cual eres y que te quieran así!
Olvídate un poco de ti mismo y piensa en los demás. En estas pocas palabras se esconde el mayor secreto de felicidad.
Carlos Torres Pastorino
Un abrazo en la distancia....